lunar y solar / editado por norka korda

viernes, 7 de mayo de 2010

espiritu que se materializa


Partimos de la base de que no somos seres físicos que vivimos experiencias espirituales, sino seres espirituales que a veces vivimos experiencias físicas.

El hombre, visto como un cuerpo físico con una personalidad que es la que adquiere en la vida actual como individuo, desaparece al morir, pero su ser auténtico, continúa su eterno camino en los demás planos de existencia, tras abandonar el plano físico. La vida terrenal es sólo una parada en nuestra andadura espiritual, y es a esta entidad o cuerpo espiritual, al que llamamos alma, siendo quien conserva la auténtica individualidad o identidad del ser.

El alma, desde el momento de su creación, debe seguir un camino de aprendizaje y perfeccionamiento a través de un desarrollo evolutivo o espiritual que se va completando en cada vida y es este proceso el que realmente nos va enriqueciendo y haciéndonos más grandes como seres auténticos. Cada retorno en una nueva vida, nos invita a una nueva oportunidad que la Ley nos concede para que ajustemos nuestras cuentas con la justicia kármica, que opera en la esfera restrictiva de cada conciencia individual.

El concepto de Karma refiere a una Ley cósmica que podemos simplificar llamándola de causa y efecto, y presupone la existencia para todos nosotros de vidas anteriores, y de saldos positivos y negativos que traemos a la vida actual, los cuales condicionan en gran medida cuándo y dónde nacemos, de qué padres, con qué hermanos, y qué experiencias estamos destinados a vivir.

El libre albedrío opera en la medida en que nos hacemos conscientes de las opciones de que disponemos, y del uso que hacemos de nuestro derecho a elegir. La Astrología Kármica conecta a cada alma, con toda la información de su desarrollo evolutivo, a través de sus diferentes vidas o encarnaciones. Esto permite conocer tanto la parte positiva como negativa del aprendizaje de esa alma, la misión que ha de realizar en esta vida y el motivo de por qué le suceden las cosas en la vida actual.

La Astrología de la Personalidad, nos aporta datos sobre aspectos psicológicos, emocionales y físicos, de la persona en cuestión, pero la Astrología Kármica, nos acerca a la información que trae el alma en el preciso instante en que ésta se fusiona con el cuerpo en el momento del nacimiento.

Al observar una Carta Natal desde el punto de vista kármico podemos descubrir una dimensión mas profunda que se conecta con nuestro pasado remoto. Los puntos planetarios, su posición en la Carta y la manera en que se vinculan unos con otros dejan evidenciar las pautas kármicas que se han venido repitiendo, vida tras vida, y que esperan que tomemos acción para superarlas.

Conocer esas pautas es sumamente útil, ya que permite asumir con conciencia cada uno de los aprendizajes, aprovechando cada situación de la vida para avanzar. Si el acontecimiento de un evento doloroso nos despierta a ver el propósito o la lección que representa, podemos conscientemente aceptarlo y resolverlo. Conociendo cual es el comportamiento a transformar y asumiendo cambiar y mejorar en ese aspecto, es probable que la situación de dificultad que lo refleja nunca aparezca. Y así podremos aprender sin sobresaltos, con aceptación y serenidad.

Venimos a esta encarnación con el propósito de aprender las lecciones que nos permitan avanzar en nuestro camino espiritual y contribuir al avance de la Humanidad como un todo y una herramienta para este logro la tenemos en la Astrología Kármica.

EXPERIENCIAS MAS IMPORTANTES EN LA VIDA PASADA

En la astrología tradicional la casa XII representa el subconsciente, los comportamientos que no analizamos conscientemente, el balance consciente-subconsciente, el mayor o menor equilibrio de nuestro mundo interior, la fe en lo trascendente y la sensibilidad psíquica, entre otras cosas. Se considera que portamos una memoria kármica en nuestro subconsciente que influye en el momento presente.

Obviamente, para cambiar algo es necesario conocerlo primero.

Cuando diluimos las barreras creadas por miedos y sentimientos de culpa subconscientes, descubrimos que la vía o el paso para la transformación personal está más allá de esas viejas limitaciones. Si poseemos uno o varios planetas en la casa XII, esto nos indicará pautas, patrones energéticos que nos influyen desde el pasado remoto. Cuanto mayor sea el número de planetas, la casa XII y todo lo que representa tendrá mayor importancia en nuestra vida y será necesario reflexionar acerca de sus significados.

La fuente de las restricciones y limitaciones se puede estudiar a través de la posición astrológica de Saturno, que representa -según la escuela inglesa (Stephen Arroyo, Liz Greene, Howard Sasportas, etc.)- el karma maduro.

La situación de este planeta en una carta natal indica las áreas donde vamos a experimentar grandes lecciones, las que necesitarán contar con nuestra paciencia y prudencia para ser asimiladas y superadas.

Aunque muchas veces Saturno impone un ritmo lento y exige esfuerzo, con el paso de un poco de tiempo nos vamos dando cuenta de que este planeta también genera en nosotros la madurez y la capacidad real para "aterrizar" en la vida.

Saturno es un gran maestro y solo pone a nuestros pies las lecciones que nosotros mismos hemos escogido aprender en esta experiencia de vida. No hay nada fuera de nosotros que no esté en nuestro interior, nada nos llega sino generado por nosotros mismos… Saturno es solo un medio, un canal mediante el cual nos re-encontramos con nuestras viejas elecciones.

Cuando una lección de una vida pasada no fue bien aprendida o asimilada, la persona puede experimentar inexplicables actitudes rígidas y de auto-restricción en relación al tema de que se trate.

El punto llamado Nodo Norte de la Luna -o Cabeza del Dragón- constituye el punto de corte (en sentido ascendente) de la órbita de la Luna con la del Sol. Desde el punto de vista de la Astrología Kármica -siguiendo la escuela india-, este nodo simboliza el portal entre nuestra vida presente y la futura. El punto opuesto a éste -el Nodo Lunar Sur o la Cola del Dragón-es el portal entre nuestras vidas pasadas y la presente.

Estos dos sensitivos puntos nos muestran cuales son las metas que tenemos en esta experiencia de vida, así como los hábitos originados en vidas previas que nos están deteniendo para alcanzar esos objetivos. La finalidad es la integración de ambos puntos, utilizar las experiencias y aprendizajes de otras vidas para impulsarnos a explorar lo nuevo, las nuevas lecciones.

Hay planetas que durante un cierto lapso de tiempo se ven desde la Tierra yendo aparentemente hacia atrás. La astrología los denomina retrógrados. Es un movimiento aparente, ya que todos siguen su órbita original. Pero si en el momento de nacer había planetas retrogradando, estos nos muestran energías que no se expresan abiertamente, que influyen más hacia dentro que hacia fuera.

Desde la perspectiva de la Astrología Kármica, el planeta retrógrado representa experiencias que quedaron truncadas en su correcta asimilación debido a que la línea de actuación o de pensamiento no era la correcta, con lo cual ahora es necesario retomar la lección y completar su aprendizaje.

Existen dos deseos arquetípicos que coexisten junto con el Alma; uno es el de volver a su fuente e identificarse con su creador, el otro deseo es separatista, orientado hacia el ego.

Las bases del Karma y la evolución son la coexistencia e interacción de estos dos deseos que se contraponen, originando de este modo una infinidad de posibilidades que el individuo puede experimentar.

La Astrología Kármica aporta al respecto una visión profunda que nos ayuda a trascender a otras dimensiones del ser, a través de nuestro mapa natal.

imagen: Charles Bell, soldado herido , waterloo, 1815 / acuarela welcome library, london


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