lunar y solar / editado por norka korda

jueves, 11 de marzo de 2010

crueldad



Crueldad humana... sin límites


Es preciso estar mentalmente enfermo o ser el lógico engendro de una ignorancia tenebrosa para disfrutar con la práctica de la crueldad, pero utilizar el instrumento de la

retórica para que esa práctica perdure, convertida en un derecho humano, es el acto demoníaco por excelencia.


Muchos caballos son victima de la corrida de toros, quién hace el primer ataque al toro en una lidia es el picador. Para proteger su cuerpo de las astas del toro el caballo lleva solamente una manta acolchonada. A pesar de esta protección los caballos son cogidos por las astas muy a menudo. Esto tiene como resultado graves heridas en el abdomen del caballo. Gracias al golpe que recibe el caballo por la gravedad del peso del toro, el caballo se contusiona o fractura la caja torácica, o sea las costillas.


El caballo por naturaleza siente miedo por los toros por lo tanto hará lo posible para eludir al toro. Por eso se le tapa los ojos, asi no podrá ver donde se encuentra el toro. También ocurre que se les tapona los oidos –por ejemplo con periódicos mojados- para que el caballo no pueda oír al toro. Sin embargo el caballo siente mucho miedo porque puede oler al toro, por lo tanto sabe que se encuentra cerca pero está obligado a obedecer las ordenes del jinete.

Cuando un caballo está herido chilla terriblemente. Para evitar esto a los caballos que son utilizados para la lidia, se les corta las cuerdas vocales. Si no el público se podría consternar de los alarídos del caballo.

Ocurre frecuentemente que se le cose el abdomen del caballo sín anestésia para insertarle lo antes posible para la próxima corrida. Esto, hasta que al fin se deshacen del caballo por medio del sacrificío, o se muere a causa de la corrida.


Gracias a las quejas de los turistas desde 1928 se les pone una manta acolchonada para una protección mejor. Antes de esta fecha el caballo no llevaba nada, y ocurría que muchos caballos dejaban la vida en la arena. La historia dice que a veces un toro mataba a trés caballos en solo una lidia.


Durante la corrida Portuguesa los caballos no llevan nada para protejerse. Estos caballos son entrenados para esquivar al toro, al contrario de los caballos del los picadores. Sin embargo también algunos de estos caballos mueren durante o después de una corrida.


Cada año cientos de caballos son víctimas de la corrida de toros.

La industria de la corrida dice que se les trata bien, pero por lo general es incomprensible que los caballos son mandados hacia la arena.

Para un caballo una corrida es nada más que una angustia constante, iguál para el toro lo es. Con todo eso los caballos de las corridas en España son tratados como objetos.


Sobre las heridas de los caballos, al toro no se le puede reprochar nada, esta tán confuso y agitado por el dolor, que se defiende ante todo que se le ponga por delante. Esta dirigido por su instinto. Desafortunadamente la víctima es el caballo.


Jorge Ross / La Hora de los Jueces -Yo he visto a toros llorar


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